MUERTE SÚBITA EN ESCOLARES EN EDUCACIÓN FÍSICA

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¿Cómo prevenir la muerte súbita antes de hacer ejercicios?

  
La mayor parte de las causas de muerte súbita en deportistas jóvenes son asintomáticas, y es muy poco probable lograr sospecharlas o diagnosticarlas en base a sintomatología espontánea. Por eso es importante la evaluación médica, para realizar una historia clínica y examen físico focalizado en lo que se desea encontrar o descartar.

Se aconseja que con la respuesta positiva a una o más de estas preguntas se debe considerar la indicación de una evaluación cardiovascular adicional.

• Molestia o dolor toráxico con ejercicio

• Sincope o desmayo sin causa conocida (No atribuible a causa vasovagal o neurocardiogénica)

• Disnea o fatiga excesiva asociado con el ejercicio

• Detección de un soplo cardiaco

• Hipertensión arterial

Historia familiar

• Muerte inexplicada antes de los 50 años de algún familiar

• Discapacidad por causa cardiaca en familiar cercano menor de 50 años

• Antecedentes de patología cardíaca conocida: Deformidades cardiacas, arritmias importantes, malformaciones corporales mayores que sugieran anormalidades cardiacas.

Estas señales pueden llevar a que en el examen físico se hallen alteraciones como soplos cardiacos, alteraciones en los pulsos, anormalidades físicas que comprometen tórax, alteraciones en la presión arterial.

¿Qué deben hacer los padres y profesores para evitar una situación así?

Ahora bien, existen pacientes que, a pesar de los mejores esfuerzos de detección, todavía podrían experimentar una Muerte Súbita; por lo tanto, un plan de prevención secundaria es importante.

Múltiples estudios han llevado a métodos de reanimación, como el soporte vital básico de la American Heart Association (AHA), el soporte vital avanzado pediátrico y el soporte vital cardíaco avanzado, con la «cadena de supervivencia».

Aunque las estadísticas de supervivencia al paro cardíaco fuera del hospital siguen siendo lúgubres, ha habido una mejora en la supervivencia, muy probablemente como resultado de un aumento de la educación de reanimadores cardiopulmonares no profesionales (RCP), un aumento en el reconocimiento del paro cardíaco, y un aumento en la voluntad de intervenir de rescatistas que han aprendido a realizar RCP de alta calidad y a usar un instrumento conocido como desfibrilador externo automatizado (DEA), los que por Ley, deben estar disponibles en recintos con mucho público. En países vecinos hay programas comunitarios (incluso gratuitos) para personas no expertas para entrenarse en asistir paros cardiacos. En general el número de legos con entrenamiento en soporte vital en general sigue siendo bajo. Aquí es la comunidad escolar a cargo de nuestros hijos la que aún no toma un rol más informado y participativo.

Un estudio de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Rev Chil Cardiol 2020; 39: 229-236), del año 2020, mostró sin bien es cierto los profesores encuestados de varios colegios particulares, subvencionados y municipales habían recibido alguna instrucción en Reanimación Cardio Pulmonar, la mayoría no se sentía capacitado para actuar frente a un evento. Otra pregunta mostraba que los DEA no están masificados en colegios, salvo en un pequeño porcentaje en colegios particulares, pero una inmensa mayoría de profesores no sabe cómo utilizarlos.