Huevitos de chocolate: Cuidado con los excesos
Ya estamos en Semana Santa, y hay estanterías llenas de variedades de chocolates, específicamente “huevos” de todos los tamaños para que el Conejito de Pascua se los “esconda” a los niños el Domingo de Resurrección.
Hay niños que pueden llegar a consumir grandes cantidades en esta fecha, por lo que es bueno tener presente los pros y contras de este producto.
Ningún nutriólogo podría poner en duda los beneficios del chocolate para la salud, dado que el cacao es rico en flavonoides, antioxidantes que siempre tienen un impacto positivo en la salud.
Existe mucha confusión acerca de las diferencias entre los chocolates clásicos y los que tienen alto porcentaje de cacao, ya que se tiende a pensar erróneamente que este último no engorda.
Sin embargo, lo más probable es que los chocolates que deje el Conejito de Pascua tengan una muy baja cantidad de cacao, es decir, chocolates “en oferta” a precios al alcance de todos y de dudoso contenido de cacao. La mayoría de los disponibles comercialmente y enfocados al público infantil son a base de leche, baja proporción de cacao y endulzados con azúcar
Estos componentes dan como resultado un producto altamente calórico. De acuerdo. Un solo huevito de chocolate de tamaño mediano y sólido puede tener aproximadamente 50 calorías, por lo tanto, una persona no debiese consumir más de tres unidades.
Además, su consumo excesivo puede provocar diarreas y vómitos o, al contrario, estitiquez o constipación. También puede originar una intoxicación. Por eso hay que moderarse.
Un buen chocolate
Existe mucha confusión acerca de las diferencias entre los chocolates clásicos y los que tienen alto porcentaje de cacao (habitualmente amargos), ya que se tiende a pensar erróneamente que este último no engorda. El cacao es un grano de alto contenido graso (aproximadamente el 50%), que se mezcla con leche y azúcar para fabricar el chocolate comercialmente disponible. El contenido nutricional y calórico de este producto no es necesariamente menor por tener más cacao, sino que depende de otros factores como la forma de endulzado, densidad del chocolate y otros aditivos, por ejemplo, mazapán o rellenos. En la rotulación de estos productos estos ingredientes están ordenados de forma decreciente, es decir, que lo primero que aparece es lo que tiene en mayor cantidad, entonces el azúcar debiera ser el segundo o tercer ingrediente. Los chocolates amargos tendrán cacao como primer ingrediente, los de leche probablemente tendrán azúcar entre los primeros ingredientes
Asimismo, un chocolate que no contiene azúcar (ligth), mantiene su alto contenido graso proveniente del cacao y de la leche, por lo que su valor energético (calorías) sigue siendo alto en relación a otros alimentos.
Por eso, la mejor alternativa para los amantes del chocolate es el consumo de aquellos que tengan sobre el 70% de cacao y sin azúcar.
Es muy importante que las familias sepan cual es la cantidad máxima de “huevitos de chocolate” que los niños pueden comer, para que no exista un consumo excesivo de grasas y azúcar. Según los expertos los niños de 2 a 3 años no pueden pasar de 3 huevitos al día. Los de 4 a 6 años, no pasar de 6 unidades diarias.
Otra forma de elegir los huevitos, sería elegir los huevitos huecos por sobre los rellenos y que tengan un alto porcentaje de cacao, que sea mayor a 65% ya que aportan mayor cantidad de antioxidantes y menos azúcar, grasas y calorías. Además, se debe evitar el consumo de huevitos de chocolate blanco, puesto que su aporte de azúcar y grasas saturadas es mayor También depende del tamaño del chocolate. Para un niño de aproximadamente 5 años, la porción adecuada sería 4 unidades, esto considerando huevitos chicos. En el caso de los adultos, la porción recomendada es de unos diez. Lo anterior, considerando las recomendaciones de consumo de azúcar de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del contenido de azúcar entre otros nutrientes que contenga el chocolate. Estas cantidades que se pueden consumir pueden variar dependiendo del sexo de la persona, ya que están determinadas por los diferentes requerimientos de energía. Por ejemplo, un niño de 10 años necesita unas 1880kcal y la cantidad de azúcar recomendada serían 23 gramos/día lo que se traduce en unos 6 a 8 huevitos chicos. Una niña de 10 años necesita 1730kcal y la cantidad de azúcar en este caso serían 21 gramos, unos 5 o 6 huevitos. Se recomienda no guardar huevitos para días venideros con el fin de cumplir con la dosificación máxima diaria, pues aparecerán molestias gástricas, y a largo plazo malnutrición por exceso, con sobre peso u obesidad, caries dentales, diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Otro aspecto muy relevante a considerar es que en los huevitos de mayor consistencia, es decir los que son más duros, de pequeño tamaño, y ovalados no se deben suministrar a los niños menores de 5 o 6 años ya que generan un alto riesgo de atoro, o atragantamiento. En ese mismo aspecto, chocolates con maní enteros deberían evitarse en ellos por alto riesgo de asfixias. Una buena alternativa es que los padres puedan realizar con los niños diferentes actividades en esta festividad, como por ejemplo hacer galletas de avena con forma de conejito y preparar sus propios huevitos de chocolate.
Salud bucal
Según la OMS, las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población y entre estas las caries son las más prevalentes. En el caso de Chile, se estima que a los 2 años existe un 20% de niños de nuestro país con caries, cifra que asciende al 53% a los 4 años y a 72% en el grupo de 6 años. Y como la mayor parte de los chocolates que se comercializan en estas fechas contienen una cantidad importante de azúcares, hay que considerar que es uno de los elementos principales para la proliferación bacteriana que provoca la aparición de caries. Es muy importante que los padres tengan en consideración que en fines de semana como estos los niños aumentan considerablemente el consumo de azúcar, lo que afecta la calidad y salud de sus dientes. Por ello, es clave que refuercen las rutinas de limpieza en sus hijos y revisen regularmente que no existan lesiones o cavidades en sus dientes. Cualquier alimentación alta en azúcares favorece la producción de ácidos que dañan el esmalte del diente y que, mantenido de forma constante y sin control, provoca la caries dental. Se aconseja controlar la cantidad de chocolate y dulces que van a consumir los niños e idealmente hacerlo en momentos definidos, no durante todo el día. Además, a la hora de escoger uno, se recomienda comprar chocolate negro o amargo, porque tiene menos azúcar que uno de leche. Sobre el uso de cepillo de dientes, este debe realizarse 20 a 30 minutos después de la ingesta de alimentos, para permitir al sistema recuperarse del “ataque ácido” que producen los dulces antes de eliminar los restos de comida de la superficie dentaria. Es fundamental asegurarse de “barrer” todas las superficies y zonas de los dientes y terminar siempre cepillando la lengua, porque es un gran reservorio de bacterias. En el caso de los niños desde los 12 años, deben hacer uso de hilo o seda dental al menos una vez al día.