¿Hasta qué edad es recomendable el chupete? Recomendaciones y consecuencias
Fuente: Psicóloga y Logopeda Srta. Eva Rodriguez Bango, Asturias, España.
El uso del chupete entre los más pequeños, y no tan pequeños, está normalizado. Seguro que alguna vez se han preocupado porque vuestro hijo/a recurre mucho a él, no hay forma de quitárselo, han probado de todo o incluso han preguntado a qué edad debería dejar de usarlo. Por eso, te explicamos las consecuencias del uso durante mucho tiempo del chupete y cómo mejorar la situación.
Muchos padres, abuelos o familiares optan por recurrir a él como una herramienta para multitud de situaciones como calmar a sus hijos/as antes de dormir o un alivio ante rabietas. Pero… realmente sabemos cómo influyen en la respiración, alimentación (succión, masticación, deglución) y articulación de los niños/as, y cuándo son perjudiciales.
Te dejamos un vídeo dónde te explicamos todas estas consecuencias y sus soluciones:
¿Qué es la succión nutritiva y no nutritiva en niños y niñas?
Antes de meternos de lleno, quería explicaros la diferencia entre succión nutritiva y succión no nutritiva para que entiendas un poco qué función realiza el chupete:
Succión no nutritiva
Cuando hablamos de succión no nutritiva, nos referimos al tipo de succión que se lleva a cabo sin ingestión, por ejemplo, a través del chupete o del dedo (succión digital).
Es muy importante tener claro en qué momento es necesario y no perjudicial. Y por lo contrario cuando es recomendable retirar el chupete, lo que sería recomendable aproximadamente al año y medio.
Consecuencias del uso prolongado del chupete
No debemos exceder o prolongar su uso más allá de los dos años. Cuanto más tiempo se deje pasar a partir de este momento las consecuencias de este hábito serán mayores:
Alteraciones en estructuras orofaciales
Se llaman estructuras orofaciales a los labios, paladar, lengua, dientes… Y el uso del chupete puede suponer, Por ejemplo, modificando la posición de los dientes interfiriendo en el crecimiento normal y en la musculatura orofacial provocando una mordida abierta.
Deglución atípica
Con el chupete los niños se acostumbran a colocar la lengua de forma inadecuada, en posición interdental (entre los dientes) o empujando los dientes superiores para tragar.
Respiración oral
Como decíamos, antes facilita la maloclusión dental y, además, impide que el niño/a cierre la boca del todo favoreciendo así que respire con la boca abierta.
Articulación
El uso del chupete puede provocar la incorrecta colocación de la lengua causando dificultades a la hora de pronunciar algún fonema o sonido del habla como, por ejemplo: /l/, /t/, /s/, /r/…
Alimentación y masticación
A los dos años ya deberían comer todo tipo de alimentos. El uso excesivo o prolongado también puede favorecer la succión prolongada y llevar a que el niño rechace o no tolere diferentes texturas o los alimentos sólidos. Esto afecta el correcto aprendizaje de la masticación (lengua, labios, mejillas con menor fuerza…).
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es si el chupete que utiliza nuestro hijo/a es adecuado o no. Debe ajustarse al tamaño de su boca, sino es adecuado las alteraciones y consecuencias mencionadas pueden ser mayores.
¿Qué podemos hacer en casa?
Después de hablar de las consecuencias del chupete, acá hay unos consejos o tips que puedes seguir cuando llegue ese momento tan deseado de que nuestro peque deje a un lado el chupete.
- Reducir el tiempo de uso. Es recomendable ir limitando su uso progresivamente a partir del año y no retirarlo de forma brusca de un día para otro, ya que solo conseguiríamos la frustración, un mayor deseo tenerlo y su sustitución por ejemplo por el pulgar (succión digital).
- No ofrecérselo para todas las situaciones. Solo dárselo en aquellas situaciones que creamos más necesarias, por ejemplo, para quedarse dormido. Después podemos intentar retirárselo mientras duerme. De está forma al seleccionar unas situaciones concretas también estaremos reduciendo el tiempo de uso.
- No tenerlo a la vista y en un sitio accesible para él evitando así que se acuerde y su petición.
- Refuerzo positivo. En las situaciones que esté sin el chupete, no lo necesite o incluso lo haya rechazado, utilizar elogios para reforzar esa conducta.
- En lugar del chupete ofrecer otras actividades o juegos que le llamen la atención centrándonos en sus intereses y gustos (juguete favorito, pintar, dibujar…) como medio de distracción y apoyo.
Tú decides si darle o no un chupete a tu bebé. Considera lo que debes y lo que no debes hacer al darle un chupete a tu bebé, y cómo ayudarlo a dejar el hábito.
Fuente: Mayo Clinic
La mayoría de los bebés tienen un fuerte reflejo de succión. Algunos bebés incluso se succionan el pulgar o los dedos de la mano antes de nacer. Más allá de ayudar con la nutrición, la succión a menudo tiene un efecto calmante. Sin embargo, ¿son los chupetes realmente buenos para el bebé? Debes comprender los beneficios y los riesgos del uso del chupete, las sugerencias de seguridad y los pasos para que el bebé lo deje.
Las ventajas
Para algunos bebés, los chupetes son la clave para sentirse satisfechos entre cada comida. Plantéate las ventajas:
- Un chupete podría calmar a un bebé molesto. Algunos bebés son más felices cuando succionan algo.
- Un chupete ofrece una distracción temporal. Un chupete puede ser de utilidad durante las inyecciones, los análisis de sangre u otros procedimientos, o después de ellos.
- Un chupete puede ayudar a que tu bebé se duerma. Si tu bebé tiene problemas para acomodarse, un chupete puede ser la solución.
- Un chupete puede aliviar las molestias durante los vuelos. Los bebés no pueden destaparse los oídos intencionalmente tragando o bostezando para aliviar el dolor causado por los cambios de presión en el aire. Succionar el chupete podría ayudar.
- Un chupete podría ayudar a reducir el riesgo del síndrome de muerte infantil súbita. Succionar un chupete durante la siesta y al dormir por las noches podría reducir el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita.
- Los chupetes son desechables. Cuando sea el momento de dejar de usar los chupetes, puedes arrojarlos a la basura. Si tu hijo prefiere succionarse el dedo pulgar o los otros dedos, es posible que sea más difícil acabar con el hábito.
Las desventajas
Por supuesto, los chupetes también tienen desventajas. Ten en cuenta estas desventajas:
- El bebé podría hacerse dependiente del chupete. Si tu bebé usa un chupete para dormir, es posible que te enfrentes a ataques de llanto frecuentes a mitad de la noche cuando el chupete se le caiga de la boca.
- Usar el chupete podría aumentar el riesgo de padecer infecciones del oído medio. Sin embargo, las tasas de infección del oído medio son, por lo general, las más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, cuando el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita está en su punto más elevado y tu bebé tiene el mayor interés en usar el chupete.
- El uso prolongado del chupete podría ocasionar problemas dentales. El uso normal del chupete durante los primeros años de vida en general no causa problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede hacer que los dientes de los niños estén mal alineados.
- El uso del chupete podría alterar el amamantamiento. Si estás amamantando a tu bebé, espera hasta que el bebé tenga 3 o 4 semanas para ofrecerle el chupete, cuando ya se haya establecido una rutina de lactancia. Sin embargo, en una revisión del uso sin restricciones del chupete en bebés saludables nacidos a término se pudo observar que no tuvo repercusiones en la continuidad del amamantamiento.
Qué hacer y qué no hacer en relación con los chupetes
Si decides ofrecerle un chupete a tu bebé, ten en cuenta estos consejos:
- No uses el chupete como primera línea de defensa. A veces un cambio de posición o mecer un rato al bebé pueden calmarlo cuando llora. Ofrécele un chupete a tu bebé solo después de amamantarlo, o entre las tomas.
- Elige una variedad de chupete de una sola pieza que sea apta para lavavajillas. Los chupetes de dos piezas representan un peligro de atragantamiento si se rompen.
- Deja que tu bebé marque el ritmo. Si tu bebé no está interesado en el chupete, no lo obligues a usarlo.
- Mantenlo limpio. Hasta que tu bebé tenga 6 meses y su sistema inmunitario madure, hierve con frecuencia los chupetes o lávalos en el lavavajillas. Después de los 6 meses, simplemente lava los chupetes con agua y jabón. Resiste la tentación de «limpiar» el chupete en tu propia boca. Solo propagarás más gérmenes a tu bebé.
- No lo endulces. No pongas sustancias dulces en el chupete.
- Guárdalo en un lugar seguro. Reemplaza los chupetes con frecuencia y usa el tamaño adecuado para la edad de tu bebé. Presta atención a los signos de deterioro. También ten precaución con los broches para chupetes. Nunca sujetes el chupete a una cadena o correa lo suficientemente larga para enredarse alrededor del cuello de tu bebé.
Poner punto final
A medida que tu bebé crece, el chupete comienza a presentar más riesgos que beneficios. Si bien la mayoría de los niños deja de usar el chupete por iniciativa propia entre los 2 y los 4 años, muchos niños necesitan ayuda para abandonar este hábito. Elogia a tu hijo cuando elige no usar el chupete. Si a tu hijo le cuesta abandonar el chupete, pide ayuda al médico o al dentista de tu hijo.